¡Gracias Chihuahua!

El sábado 24 de junio tuvimos el evento especial de despedida de las japonesas, Maika, Misato y Kanoko.

Nos ensenaron sus experiencias en la escuela y en su familia, Maika y Kanoko bailaron ballet de México mientras Misato cantó una canción en español con su guitarra.

Que padre de escucharlas, se adaptaron muy bien a la cultura mexicana. De hecho, ¡son mexicanas! Sus maneras de ser, de hablar... ¡parecieron a las de su familia! Lo que me gustó mucho es también verlas hablar entre ellas en español TODO EL TIEMPO. No estaban buscando la "facilidad" de hablar japones sino de vivir sus momentos en México a 100% (y según yo era difícil para ella de hablar japonés también!).

Luego, todos fuimos a la oficina de Hippo en Chihuahua para hacer un gran mochiyori. Comimos mucha comida, como carne asada. Fue el momento para mi de hablar mucho con todos los socios y papás con quién tal vez no tenia la oportunidad de hablar antes.

Al final del mochiyori, fui con mi ultima familia en Chihuahua, la familia Oyarzabal.

Tenia la oportunidad de conocerlos durante todo el mes antes de irme con ellos, entonces no tuve problemas de adaptación. ¡Ademas que son todos muuy buena onda!

Bueno, me quedé una noche en la casa y el domingo fui a Ciudad Juárez para extender mi permiso de estancia en México. Como pude, ¡me quedo con ustedes hasta diciembre seguro!

Paso a Estados Unidos

No vi mucho de Ciudad Juárez, nada mas el paso a Estados Unidos... Volví a Chihuahua 2 días después, el martes.

Este mismo día, mi hermana Arashai tuvo una presentación de opera en el teatro de la ciudad.

Fue la primera vez que escuché opera y es muy bonito!! Me gustó la mezcla entre el teatro y la música. Era la historia de un payaso y de su esposa que gusta un otro hombre...

El miércoles fue la despedida de las japonesas, fueron a Ciudad de México para juntarse con todas las otras y compartir sus experiencias antes de regresar a Japón. Fue un momento cargado en emoción para todos. Ahora van a regresar a una vida "normal"... pero ver a su familia y sus amigos, ¡no puede ser malo!

El jueves, tuve un dia de descanso y aprovechamos este tiempo para cocinar con mi familia.

Y el viernes 30, ¡ya fue tiempo para regresar a Ciudad de México! Fue un dia un poco pesado porque el vuelo tuvo mucho retraso pero al final, ya llegué :).

Gracias Chihuahua por todos los momentos que tuvimos juntos. No voy a olvidar tus cerros y la hermosa vista que tenemos en cualquier lugar de tu ciudad. ¡Ah! También, no voy a olvidar tu calor ;).

No voy a olvidar mis familias, los socios de Hippo y las otras personas que conocí alla, muchas gracias a ustedes!

Regreso a Ciudad de México un poco triste, pero con la certeza de regresar pronto!